lunes, 10 de enero de 2011

El Mofeta


Tengo un mechón de canas en el culo. Donde se junta la pierna con el glúteo, pero cerquita del ano, ahí, jodiendo. Antiestético. Ya no puedo salir en las fotos enseñando el culo. Tampoco es que antes lo hiciese, tengo muchos pelos, pero al menos eran todos negros.
Me lo descubrí hace ya tiempo. Porque yo, como todos los que tenemos ano (los que tengáis me comprenderéis) me he mirado el culo en el espejo, para ver cómo era. Una pierna al bidé, el tronco retorcido y limitarse a observar. Luego si quieres haces posturitas, mola. La verdad es que el mío es bastante feo. Tengo muchos con los que comparar, no te creas tu que... Los que salen en el porno son más bonitos.

Se lo conté a mis colegas, a alguno se lo enseñé, me parecía interesante. Ahora me llaman “el mofeta”. No es un mote muy apropiado, la verdad. Si no me conociesen mucho cabría pensar que apesto, o que expulso líquidos y gases olorosos a modo de defensa. No me importaría, pero es que es mentira.

El verano pasado me lo depilé. Bueno me lo recorte con la maquinilla de afeitar, la que heredé de mi abuelo, que es la que uso para estos casos. No es que me mole depilarme el ojete, pero me iba a un festival de siete días y ahí no hay bidés, por lo que mi higiene anal iba a ser limitada. Me di cuenta de que el rodal de las canas tenía la piel más clara. Ahí ya me acojoné:
-Ostia tú, que es más claro, a ver si va a ser algo malo, dermatológicamente hablando…

Se lo enseñé a mi madre. La respuesta estándar de mi madre en estos casos es:
-Pide ahora mismo hora para el ambulatorio.
A lo que yo respondo:
-¿Pero qué dices?, ¿por esto?
Ella concluye:
-¿Entonces que me estas contando? Súbete los pantalones.
-No. Es que ahora se llevan así.
Esto de las modas de cómo llevar los pantalones es algo inquietante. Cambia cada década. ¿Quién sabe? Tal vez en un futuro se llevan por los sobacos, cargando el paquete a izquierdas. Me imagino en el año 2040 diciéndole a mi hijo:
-Hijo, haz el favor de bajarte los pantalones y sacarte los calzoncillos, pareces un gilipollas y un paleto.

Volviendo a mi posible problema dermatológico. Vale, lo de pedir hora es la parte fácil. Pero, ¿luego qué?
Madrugo, me levanto a las 8 de la mañana, me ducho a conciencia (porque sé que a los del ambulatorio les gusta desnudarte aunque luego te manden al especialista), me lavo los dientes y me enjuago con flúor por si me mete el puto palito de los cojones que me da arcadas, me corto las uñas de manos y pies y me limpio la cera de los oídos (nunca se sabe), me presento en el ambulatorio, espero de 45 a 60 minutos a que llegue mi turno amenizando la espera con fructíferas conversaciones con agradables ancianas, y al fin, tras todo esto…

-Bueno cuéntame, ¿qué te pasa?
-Tengo un mechón de canas en el culo.